que toda su vida nos observó,
que conoce bien a cada uno de nosotros,
que nos ve ir y venir y volver;
y no nos comprende.
Me dijo que al igual que nosotros,
ellos elijen donde nacer;
pero a la hora de crecer,
a ambos se nos imponen.
A ellos se les cortan las ramas por estar bajas y molestar,
se los limita a canteros,
se les construyen casas
dejándolos sin espacio ni dirección,
entre otras tantas limitaciones.
En cambio,-me dijo- ustedes,
con todas sus posibilidades,
con el gran privilegio de caminar y andar,
y la enorme oportunidad de elegir para donde crecer,
se dejan llevar.
Cuanta pena me da verlos,
Corriendo
tras falsos inventos,
caminando adormecidos sin importarles hacia donde.
Es por eso que hoy te hablo,
y te pido que uses tus sentidos.
Me escuches y observes,
y espero que puedas ver,
y que me veas y
actúes,
y por sobre todas las cosas,
que aprendas a hacer buen uso de todos tus sentimientos,
para
así un buen
día elegir por tus propios medios,
donde germinar.